La obesidad infantil comienza a ser un importante problema de salud en algunos países. La obesidad infantil, no sólo provoca problemas de salud, sino que también puede causar problemas sociales y psicológicos y, algo muy grave, está vinculada a la obesidad del adulto y a un peor estado de alud en general.
Afortunadamente, se puede prevenir. De acuerdo con una revisión de estudios, los programas escolares para promover la alimentación saludable, la actividad física y actitudes positivas hacia la imagen corporal dirigidos a niños de 6 a 12 años se encuentran entre una serie de intervenciones que pueden ayudar a reducir los niveles de obesidad. Existen actualmente evidencias que confirman que estas estrategias se pueden implementar con el fin de frenar los crecientes índices de obesidad en los niños. Sabemos que no hacer nada puede conducir a un aumento del sobrepeso y la obesidad, especialmente en algunos países.
Volverse obeso está fuertemente ligada a una nutrición inadecuada y a una inactividad física, por lo que no sorprende que muchos de los programas estén dirigidos a mejorar una o ambas de estas conductas.
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