Un simple fallo mecánico (la mala conexión de un cable), pudo ser el causante de los excepcionales resultados del experimento que, el pasado mes de septiembre, midió neutrinos más veloces que la luz.Investigadores del experimento Opera (el mismo que realizó las mediciones, en la imagen) anunciaron ayer por la noche que habían identificado dos posibles fallos que invalidaban el que pudo ser uno de los mayores descubrimientos de la Física de todos los tiempos.Un auténtico jarro de agua fría para todos los que creyeron que se había abierto, de repente, una nueva rama de la Física. Y un lacónico "ya lo decía yo" para los que, por el contrario, estaban razonablemente convencidos de que detrás del experimento que detectó neutrinos super veloces se ocultaba alguna clase de error.
Antonio Ereditato, portavoz de la colaboración Opera en el Laboratorio Nacional del Gran Sasso, en Italia, aseguró anoche que "se han identificado dos elementos que podrían haber afectado significativamente a los resultados que se anunciaron" el pasado mes de septiembre.
El primero de los fallos se debió, sencillamente, a la mala conexión del cable de fibra óptica que transportaba la señal de GPS al reloj principal del experimento. Y el segundo radicaba en el propio GPS, que podría haber proporcionado a los ordenadores marcas de tiempo erróneas durante la sincronización de los eventos. "Estos dos elementos -explicó Ereditato- pueden modificar el tiempo de vuelo de los neutrinos en ambas direcciones".
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