Más del 50% de los varones estadounidenses mayores de 60 años toman suplementos diarios de vitamina E, un régimen que se recomendó hace tiempo porque se pensaba que podría reducir el riesgo de sufrir cáncer. Sin embargo, un estudio en el que han participado casi 35.000 hombres de EEUU, Canadá y Puerto Rico acaba de demostrar que esta creencia no sólo no era cierta sino que, además, puede ser errónea. Al parecer, la toma diaria de vitamina E aumenta un 17% las posibilidades de padecer un cáncer de próstata.
La investigación que arroja estos resultados y que publica la revista 'Journal of American Medical Association' (JAMA) comenzó en 2001 con el objetivo de evaluar la posible relación entre la ingesta de selenio y de vitamina E y el cáncer. Los participantes fueron asignados de forma aleatoria a cuatro grupos distintos: 8.752 tomaron selenio (200 mg/día); 8.737 consumió vitamina E (400 IU/día) -IU es la unidad internacional en la que vienen medidos estos suplementos-; 8.702 recibieron ambos compuestos y 8.696 tomó un placebo.
Según explican Eric Klein, jefe del Instituto Glickman Urológico y Renal de la Clínica Cleveland, que ha coordinado el trabajo, y su equipo, "tras siete años de seguimiento observamos que el riesgo de desarrollar cáncer de próstata era un 17% más alto en aquellos hombres que tomaron sólo la vitamina E que en el resto".
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