Entre 500 y 1.000 personas pueden haber perdido la vida en el terremoto de 7,2 grados de magnitud que sacudió hoy la provincia de Van, en el este de Turquía, según los primeros cálculos del Centro Sismológico Kandilli de la Universidad del Bósforo de Estambul.
Los expertos corrigieron el dato inicial de la sacudida que registró 6,6 grados en la escala de Richter y señalaron que el hecho de que fuera a pocos kilómetros de la superficie ha multiplicado ese efecto.
El temblor se produjo a unos 5 kilómetros de profundidad, por lo que en el epicentro se sintió como un sismo de entre 8 y 9 grados.
Tras el tremor inicial se han registrado veinte réplicas de entre 3,5 y 5,5 grados, y advirtió que se podrían producir más movimientos telúricos de hasta 5,7 grados. Entre 1.000 y 4.000 edificios podrían haber sufrido daños irreversibles.
De hecho, el viceprimer ministro Besir Atalay, explicó que, según los datos oficiales recogidos, 10 edificios se han desplomado en la capital provincial de Van y entre 25 y 30 en la localidad de Ercis, entre ellos una residencia de estudiantes.
Atalay reconoció, no obstante, que no disponen de información fiable sobre la situación de los pueblos y municipios de la zona debido a las dificultades de acceso que esta presenta.
Aún así, dijo que el gobernador está recorriendo la zona en helicóptero, donde se enviarán dos aviones militares y camiones con mantas, comida, tiendas de campaña y estufas que ya han partido de los distritos vecinos para ayudar a los afectados.
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