Es tan sencillo que casi da vergüenza: dar un antibiótico de uso común, la azitromicina, podría erradicar el pian, una enfermedad endémica de zonas tropicales que se manifiesta en forma de úlceras en la piel (parecidas a la sífilis, con la que está emparentada), pero que en sus formas más graves, cuando afecta a niños, puede alterar la formación de los huesos, lo que acarrea graves secuelas.
La enfermedad está tan olvidada que la Organización Mundial de la Salud no se atreve a dar una estimación de casos. Solo en Indonesia y Papúa, donde han trabajado los médicos españoles que han propuesto el tratamiento, Oriol Mitjà y Quique Bassat, se calcula que hay 5.000 casos al año. En los noventa se estimaba que en el mundo eran 2,5 millones los enfermos.
En el estudio han tomado parte 250 niños de entre seis meses y 15 años de edad. El nivel de eficacia y el perfil de seguridad del tratamiento mediante una dosis única de azitromicina son semejantes a los del tratamiento convencional mediante penicilina benzatina inyectable. En ambos casos se induce la cura serológica a los seis meses y la curación de las lesiones cutáneas producidas por el Pian.
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